La reciente aprobación de la ley de delitos económicos ha generado un gran revuelo en el ámbito empresarial y de comercio exterior relacionado con aduanas. Esta nueva legislación tiene como objetivo principal fortalecer la lucha contra el contrabando y el lavado de dinero, introducción de artículos falsificados, ingreso de especies que dañen el medio ambiente, entre otros delitos que representan una amenaza para la economía de un país. Sin embargo, su implementación también implicará importantes desafíos y oportunidades para las Agencias de Aduanas encargadas del control fronterizo.

• En primer lugar, es importante destacar que la nueva ley de delitos económicos exige a las Agencias de Aduanas una mayor rigurosidad para llevar a cabo su labor de en gestión documental. Esto significa que deberán contar con herramientas más efectivas para detectar y prevenir el contrabando y el lavado de dinero, o que algún cliente los involucre en un delito económico. 
• Sin embargo, este mayor poder también implica una mayor responsabilidad por parte de las Agencias de Aduanas. La implementación de la nueva legislación requerirá de una mayor capacitación y especialización a todo nivel. Además, será necesario establecer controles estrictos y auditorías para poder llevar a cabo una labor eficiente y efectiva. Esto representa un desafío importante, especialmente para aquellos agentes con recursos limitados.

• Por otro lado, la nueva ley de delitos económicos también abre nuevas oportunidades para las Agencias de Aduanas. La lucha contra el contrabando y el lavado de dinero es una tarea compleja que requiere de la colaboración y cooperación de diferentes organismos y entidades. En este sentido, la nueva legislación promueve la creación de alianzas estratégicas entre otros actores relevantes, expertos en seguridad y cumplimiento normativo. Esto permitirá una mayor coordinación y eficiencia en la lucha contra estos delitos.